Chavs are identifiable by their attitude anti anything to do with authority, art, culture or the good of society and clothes. They want money and lots of it, but don't want to have to work for it. Katie Price is a Chav icon. Reality shows and the Lottery are favourite. Tribal Play. Traceable as far back as the work of the path-breaking Chicago School of Sociology in the s and s, subculture and counterculture have long been conceptual staples of the discipline.
Implemented originally to designate and describe smaller, often deviant or delinquent, groups within larger social communities, the terms gained pace. Guide to Street. R ow ling. A lg u n o s diputados se pusieron cintas amarillas en solidaridad.
El resultado fue algo parecido a una histeria masiva. Su madre, Karen, tuvo siete hijos de relaciones con cinco hombres diferentes.
D efinitivam ente no eran «gente com o nosotros». H em os dado dinero de nuestro bolsillo para esto. Too poor for us to care that she is lost? Todo el m undo siente lo m ism o cuando eso ocurre: ricos» pobres, da igual. Buena suerte para Kate M cC ann. N o a sus m adres. A diferencia de M adeleine M cC an n , Shannon fue hallada con vida en m arzo de Pero esto solo era la punta del iceberg.
A prim era vista, esto puede parecer de bastante m al gusto. Estoy m u y orgulloso de la fuerza que ha m ostrado la com unidad.
Sim plem ente no cuadraba con la im agen de Shameless que estaban cultivando los m edios. Todo lo contrario. Estaba lleno de gente com o Karen M atthews. Pero no hubo protestas ni airadas peticiones de que la despidieran.
N, del T. Esa solo es la m itad de la historia. N o h ay pero que valga. Es un m undo que de verdad tiene que cam biar». Los 35 David Cameron, «There are 5 million people on benefits in Britain. How do we stop them turning into Karen Matthews? Im agina que eres un p eriod ista de clase m edia.
C reces en una bonita ciudad o en un barrio residencial de clase m edia. Un redactor jefe la estim aba en Y luego hay gente m u y m ala. Pero las probabilidades de que entienda la realidad de las com u n idades de clase trabajadora son, inevitablem ente, considerablem ente m enores. N o sabes lo que es, a no ser que te hayan despedido». N o se puede decir lo m ism o de los delitos donde el culpable es un individuo de clase m edia.
Esto es un mito. D ew sb u ry M oor es un buen ejemplo. Se equivocan. D epende de los grandes superm ercados para trabajar. El im pacto de este desplome industrial puede verse en la familia Matthews. Pero, com o dice la m adre de Karen Matthews: «La ciudad ha cam biado. La industria era el eje de las com unidades locales.
H oy la tasa oficial de paro en la zona es solo un punto superior a la m edia nacional. H oy ha subido a Eso era declarar la lucha de clases. Ser de clase trabajadora ya no era algo de lo que estar orgulloso: era algo de lo que escapar.
Ellos la empezaron». Se puso de nuevo en su sitio a la clase obrera. U na estratagem a frecuente era la reform a social m oderada con fines conservadores. Noblesse oblige. C reo firm emente que los que tienen poder y privilegios tienen responsabilidades». Los tories han u tilizad o durante largo tiem po el p op ulism o com o su m ejor baza para ganarse el apoyo de la clase obrera.
Crosland, The Future o f Socialism, Londres, , p. Pero no tod o estaba perdido. H ay hom bres y m ujeres individuales, y hay familias. Im plica que un grupo posee el poder y la riqueza en la sociedad, y que otros no. Si se acepta esto, solo hay un paso para concluir que es algo que debe rectificarse. Se estaba atacando la propia identidad de la clase trabajadora.
C uand o se dem onizaba a la clase obrera antes del advenim iento del thatcherism o, casi siem pre era p o r m iedo a los sindicatos. N o obstante, las huelgas pudieron evitarse. Su objetivo era aplastar definitivamente a los sindicatos. Pero no lo hicieron. N o es cierto.
Suponen ai m enos otros cuatro m illones de personas m uy asustadas. M uch as de las an tiguas co m u n id a d es in d u striales siguen destrozadas. Y en cierto m odo m e parece bien. Los b an cos eran dem asiado grandes para caer.
Todas las cosas que la gente asociaba a la clase trabajadora fueron desapareciendo. La batalla decisiva estaba por llegar. Es un aspecto que m erece la pena subrayar. A diferen cia de casi todos los m ineros de N ottingham shire, A drian G ilfoyle h izo huelga hasta el am argo final. Fue horrible. Cuando te pasa eso, te das cuenta. El 18 de ju n io de , hasta 6. Tengo una foto de ella de pie junto a su tumba. La escala de los cierres fue excesiva. M uchos m ineros y sus seguidores vilipendiaron a N eil K innock p o r negarse a secundar la huelga.
El popular historiador D avid Kynaston recuerda el ambiente posterior a la huelga. Las viejas industrias asociadas a la identidad de la clase trabajadora estaban siendo destruidas. Se ofrecieron hipotecas al cien p o r cien. Los antiguos arrendatarios marcaban su entrada en el m undo de la propiedad dando a sus casas una capa de pintura. Pagar una hipoteca en vez de pagar un alquiler no cam biaba el h ech o de tener que trabajar para ganarse la vida. Los costes sociales fueron altos, ciertam ente.
Los ricos fueron idolatrados com o nunca antes, sobre todo la gente de la City. D e m odo que subieron el IVA, un im puesto sobre bienes de consum o. Evans, Thatcher and Thatcherism, Londres, , p. Los thatcheristas hablaban de flujo h a d a abajo, com o si la riqueza cada vez m ayor que inundaba la cum bre term inara goteando hasta la base.
Pero claram ente eso no estaba ocurriendo. La actitud hacia los consum idores de drogas fue casi la m ism a. Pero la respuesta de Thatcher fue declarar que «Estamos en g uerra con las drogas. M ark Duguid, Cracker, Londres, , pp, 67, Inexplicablem ente no lo hizo, y eso produjo un aplastamiento.
D e los noventa y seis seguidores del Liverpool muertos tras lo ocurrido el 15 de abril de , solo catorce llegaron siquiera al hospital. Las razon es han estado durante m ucho tiem po envueltas en un halo de m isterio. Y en cierto m odo les preocupa m enos enfrentarse a la pobreza». Se adulaba a los ricos. Ser de d a s e obrera ya no era algo de lo que enorgullecerse, ni m uch o que celebrar.
Si n o puedes sacar p rovech o, h ay que p ararlo. D e sal de la tierra a escoria de la tierra. N o puede decirse que al prim er m inistro conservador Da- vid C am eron le falte coraje. G lasgow tiene el doble de parados que la m edia n a c io n a l. Pero los problem as sociales a m enudo son consecuen cia de las decisiones que tom a la gente. Las fundiciones, que em pleaban a Rachel Johnson no es ninguna activista de izquierdas. Su padre, Stanley, fue m iem bro conservador del Parlamento europeo, y su hermano, Jo, es un periodista convertido en diputado tory.
Es volver a los tiem pos de M acm illan y Eden». C u id a n de los ricos pero no de los pobres. Son sim plem ente normales». Los G obiernos laboristas introdujeron todas las grandes reform as del p eriodo de posguerra que han m ejorado la suerte de la clase obrera, desde la Seguridad Social a los derechos de los trabajadores. D e todo. Es una especie de racista, dijo que antes era laborista. El nuevo laborism o era m uy claro sobre su proyecto. Im plicaba luchar p o r form ar parte de «la m ayor clase m edia que h a existid o nunca» de Brow n.
H ay p o co s blairistas tan d evotos com o la exm in istra H azel Blears. C reo que el Partido Laborista no tiene tiem po para gente que puede pero no quiere trabajar. Pero tam p oco se puede destrozar a sus hijos y a sus fam ilias con ese argumento. La causa prim ordial es la falta de em pleos seguros que reem placen a los que desaparecieron. Sin em bargo, el nuevo laborism o iba a estigm atizar y dem oni- zar a estas personas vulnerables de clase trabajadora.
U na de las propuestas de Purnell era que se pudiera obligar a la gente a trabajar a cam bio de prestaciones. Este es un p un to absolutam ente crucial. Y creo que h ay m uch o que decir en favor de h acer que u n o se sienta orgu lloso de lo que es. Eso, afirm a, dio a Thatcher legitim idad para decir «hay que hacer algo» para frenarlos.
En esencia era la m anera m enos peyorativa de decir «subclase», con las m ism as im plicaciones de un colectivo que ha sido aislado de la sociedad.
Pero se equivocan La clase social es algo que vien e dado. Pero una clase trabajadora «blanca» racializada si considera que tiene un lugar en este multiculturalismo sin clase. El racista BNP 94 fue creciendo en comunidades de clase obrera de, por ejemplo, el este de Londres o el noroeste de Inglaterra. Los cam bios en las com unidades pueden generar m alestar e incertidum bre.
N o lo es, pero sin duda m uestra la brecha que divide a la sociedad actual. C reo que en gran m edida se ha convertido en un coto cerrado Pero ech em os un vistazo al trato que recibe actualm ente John Prescott, uno de los pocos m iem bros del nuevo laborism o de clase obrera.
Eso ha desaparecido Las repercusiones del ataque a los valores e instituciones de la clase trabajadora se han extendido por la sociedad. No hay pijos, porque es un lugar de clase trabajadora y el paro abunda. C o m o dice un experto en literatura victoriana, hasta un reform ista de clase m edia com o Charles D ickens presentaba a la clase trabajadora con «las cualidades bidim en sionales de los personajes de dibujos a n im a d o s ».
Se introdujeron am plias reform as sociales para abordar los problem as de la clase trabajadora. Esto no significa que el retrato de la vida de la clase trabajadora fuera siem pre del tod o realista.
O si no, se la trataba con condescendencia. C uando W aynetta una «proleta de pesadilla», com o dijo un p erio d ista en 98 se queda em barazada, por ejem plo, la pareja discute si llam ar a su futuro hijo «Cenicero».
El triple de m ujeres que de hom bres cobran prestaciones p or enferm edad bajo el nuevo laborism o», clam aba un reciente titular del Daily Mail. Just kidding », Observer, 5 de enero Los chavs, ya se sabe, son com o animales. Sin embargo, al cambiar la balanza en los colegios y debido a que muchos de los alumnos ahora vienen de un entorno chav, comer gratis es de rigor.
M de M enor de edad: «Lo que son todas las chavs en el m om en to de su prim era experiencia sexual». U n Big M ac y patatas fritas, p or favor, colega. Fue u n «chiste» m u y festejado.
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